"Cada voluntario es una LUZ capaz de iluminar a aquellos con quienes entra en contacto: cada voluntario, sin proponérselo, toca la vida de ese ser humano a quien le está ofreciendo un poco de sí mismo. Los voluntarios no saben el impacto que tienen esas pocas o muchas horas que dedican a quienes tanto necesitan de su apoyo. Cada voluntario aporta elementos de referencia capaces de orientar y apoyar procesos de acogida, de sanación interior, mediante la cercanía y el acompañamiento.

Ese contacto personal, ese tú-a-tú, esa disponibilidad para hacer algo por los demás, es lo que hace que podamos tener la esperanza de que el mundo puede cambiar, ¡y ese cambio está en nuestras manos! Muchos voluntarios entran en los proyectos desconociendo las riquezas con que se encontrarán al descubrir las virtudes y capacidades, tanto propias como de aquellos por quienes están allí.

Ese contacto directo va haciendo en él un cambio que le lleva a ver la vida a través de los ojos de otros. Llegan a reconocer que han sido grandemente bendecidos por Dios, y ese sentimiento de sentirse útiles y necesitados va calando en su interior, llevándolo a hacer una revisión y reorganización de sus prioridades. La presencia de voluntarios de SERVIR-D en nuestro Hogar-Escuela, ha sido una bendición de Dios.

Agradecemos el voluntariado que está realizando Margarita H., quien se acercó a través de SERVIR-D y está ofreciendo tutorías de lectura y matemáticas a algunas de nuestras niñas dos veces por semana. Hemos visto el adelanto de estas niñas y el amor que le tienen a su tutora. Por mi experiencia doy Fe de que el Voluntariado es un estilo de vivir la vida, una opción desde el compromiso que ILUMINA a quienes son excluidos y olvidados por muchos."

(Hogar Escuela Doña Chucha)